viernes, 28 de septiembre de 2007

Martín Ezequiel Calabrese




Ío (ío o popoí)



En medio de un infierno,
rodeado de metales candentes,
ahogado por aguas que braman férvidas,
ungido por un ácido que corroe la piel,
congelándome desde el hígado,
enterrando las manos en cenizas de vidrios rotos,
con mi cuerpo suspendido desde el cuello,
con los ojos fijos en el sol,
y con la lengua escupiendo polvo,
busco tan solo, en un pálpito
postrero de lucidez, hallarte salvadora
entre estas miserias, para que el constructo
de tu ser sea un lecho,
sea un respiro,
y para que en medio
de la devastación en la que me he sumido
pueda resurgir, como un escarabajo de entre el estiércol,
y verte así, y que acaso me veas,
sumisa, por lastima, y que por respeto
calles tu risa, y sabiéndome miserable
puedas olvidar mi miseria,
la indigencia que arrastre en tu mundo,
tu cosmos que he perdido y que ahora se pasea,
por vos conducido, tan pulcro y tan perfecto
entre las calles rastreras
de este antro mío, tan inmundo:
un reducto, ¡oh, tan efimero!,
como tu constructo.



("ío ío o popoí" es una expresion griega para significar el dolor, lamento)

martes, 25 de septiembre de 2007

J.L.B.


El amenazado


Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el
áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena
amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de
mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por
las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz,
la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

martes, 11 de septiembre de 2007

Dylan Thomas




La fuerza que por el verde tallo impulsa a la flor
impulsa mis verdes años; la que marchita la raíz del árbol
es la que me destruye.
Y yo estoy mudo para decirle a la encorvada rosa
que la misma fiebre invernal dobla mi juventud.

La fuerza que impulsa el agua entre las rocas
impulsa mi roja sangre; la que seca los arroyos parlantes
vuelve cera los míos.
Y yo estoy mudo para contarle a mis venas
cómo la misma boca bebe del manantial de la montaña.

La mano que arremolina el agua del estanque
remueve las arenas; la que amarra las ráfagas del viento
iza mi vela de sudario.
Y yo estoy mudo para decirle al ahorcado
que el barro del verdugo está hecho de mi arcilla.

Los labios del tiempo sorben del manantial;
el amor gotea y se acumula, mas la sangre vertida
calmará sus pesares.
Y yo estoy mudo para decirle al viento en la intemperie
cómo ha trazado el tiempo un cielo entre los astros.

Y yo estoy mudo para decirle a la tumba de la amada
que en mi sábana avanza encorvado el mismo gusano.


José Lezama Lima







El gato absorto y lentísimo
comenzó de nuevo a esconder la noche.




.






Hay una cosa que se llama tiempo, Rocamadour, es como un bicho que anda y anda







Julio Cortázar




de verdad, hay que abrir de par en par las ventanas y tirar todo a la calle, pero sobre todo hay que tirar también la ventana, y nosotros con ella.


Es la muerte, o salir volando.


Hay que hacerlo, de alguna manera hay que hacerlo. Tener el valor de entrar en mitad de las fiestas y poner sobre la cabeza de la relampagueante dueña de casa un hermoso sapo verde, regalo de la noche, y asistir sin horror la venganza de los lacayos.



domingo, 9 de septiembre de 2007

J.L.





A dream you dream alone is only a dream. A dream you dream together is reality.






domingo, 2 de septiembre de 2007

Franz Kafka


Como un camino de otoño: no se alcanza a barrerlo, que ya está de nuevo todo cubierto de hojas marchitas.






Una jaula fue en busca de un pájaro.









Con vigor, la mano sostiene la piedra. Pero la sostiene con tanto vigor sólo para poder arrojarla más lejos. Pero el camino conduce aún a esa lejanía.









Una leve y pesada como cuchilla de guillotina.






Dos posibilidades: hacerse infinitamente pequeño o serlo.










¿Hay algo que puedas conocerque no sea ilusión?