jueves, 7 de junio de 2007

S.C.


OJOS OPACOS ME MIRAN.

SE AGRANDAN, SE ESTIRAN, SE DEFORMAN.

OPACA NIEBLA INVADIENDO LA TOTALIDAD DE MI CUERPO, MIS DEDOS, MIS PESTAÑAS, MIS TOBILLOS.

CADA PUNTO ALBO DE CERCA ME MIRA, ME RECONOCE.

LA NIEBLA A GRITOS.

LA INDIFERENCIA DE LA GENTE NORMAL QUE PARECE NO VERLA, UNO HABLANDO DE LA NIEBLA Y NADA, UNO SUFRIENDO LA PUNZANTE MIRADA DE LA NIEBLA. Y NADA.

COMO UN GATO BLANCO DESPEREZANDOSE, DESPERTANDOSE POR TODO EL CIELO, Y LOS PARQUES Y LAS HAMACAS.

VIVIENDO EN UNA NUBE Y NO SABERLO. Y NO VERLO.

DARSE CUENTA DE ESTA CEGUERA TAN NOCHE, NO PODER SENTIR A ESOS OJOS, A ESOS SECOS, OPACOS OJOS QUE NOS MIRAN Y NO PODER HACER NADA PARA ARRANCARNOS LOS PÁRPADOS NEGROS PORQUE NUESTRAS MANOS ATADAS NO RESPONDEN, SANGRAN.. SANGRAN PORQUE LAS SOGAS AJUSTAN Y LASTIMAN.

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