martes, 9 de octubre de 2007

Jorge Luis Borges





No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.



No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino


como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña



de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes.
Ni siquieraen el negro crepúsculo la fiera.





1 comentario:

teo dijo...

Miercoles
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