sábado, 17 de octubre de 2009

H.



Tú no preguntes (saberlo es sacrílego) qué fin a mi, qué ha ti
nos han dado los dioses, Leucónoe,
y no ensayes cifras babilónicas.
¡Cuánto mejor es sufrir cualquier cosa que sea!,
tanto si Júpiter te ha otorgado numerosos inviernos,
como si es el último el que ahora atenúa las olas del mar Tirreno contra los escollos:
Sé sabia, filtra tus vinos y recorta una esperanza larga en un espacio breve.
Mientras hablamos habrá huído, aborrecido, el tiempo:
Atrapa el instante, en lo más mínimo te confíes al instante siguiente.

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