miércoles, 24 de agosto de 2011

J.L.B.


Algo me han dicho
la tarde y la montaña.
Ya lo he perdido.


La vasta noche
no es ahora otra cosa
que una fragancia.


¿Es o no es
el sueño que olvidé
antes del alba?


Callan las cuerdas.
La música sabía
lo que yo siento.

5
Hoy no me alegran
los almendros del huerto.
Son tu recuerdo.


Oscuramente
libros, láminas, llaves
siguen mi suerte.


Desde aquel día
no he movido las piezas
en el tablero.


En el desierto
acontece la aurora.
Alguien lo sabe.


La ociosa espada
sueña con sus batallas.
Otro es mi sueño.


El hombre ha muerto.
La barba no lo sabe.
Crecen las uñas.


Ésta es la mano
que alguna vez tocaba
tu cabellera.


Bajo el alero
el espejo no copia
más que la luna.


Bajo la luna
la sombra que se alarga
es una sola.


¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?


La vieja mano
sigue trazando versos
para el olvido.

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