viernes, 15 de junio de 2012

J.C.

El caballo relincha, el perro ladra, 
La suma de los ángulos de un triángulo 
Es igual a dos rectos, 
La sopa, la conciencia, el alcaucil, después 
Del dos el tres, después del hoy, mañana, 
Casi nadie lo sacará de sus casillas. 
Casi nadie ni nada, porque 
¿Cómo tomar en serio esos latidos 
En que el sueño es acceso, esas miradas 
De insoportable lucidez en un tranvía, 
Eso que ahora dice: Huye, 
Pero al final, al fin y al cabo, no era más 
Que un gajo de naranja 
Reventando en la boca? 
¿Cómo tomar en serio que una puerta 
Dé a la tristeza cuando el arquitecto 
La abre al pasillo, que unos senos 
Dibujen paralelos sus jardines 
Cuando es la hora de ir a la oficina? 
Imposible negar las evidencias 
Dice el doctor y dice bien, inútil 
Sacar de sus casillas al honesto almanaque, 
San Rulfo, Santa Tecla, San Fermín, 
La Asunción, 
El caballo relincha, el perro ladra, 
Casi nadie le ofrece en una esquina 
Un pedacito suelto de bicicleta o trompo, 
Casi nunca es verano en pleno invierno 
Por razones de estricta pulimentada lógica, 
Hay que ser lo que es o no ser nada, y nada 
Lo sacará de sus casillas, nadie 
Lo sacará, y si un caballo ladra 
No lo sabremos nunca, porque 
Los caballos no ladran. 
Bastaría un apenas, un no quiero, 
Para empezar de otra manera el día, 
Hervir la radio con las papas 
Y a cada chico darle un cocodrilo 
Para que huela a miedo en las escuelas, 
Sacar los muertos a que tomen aire, 
Meter las mitras en la mayonesa, 
Actividades subversivas, claro, 
Pero otras cosas hay: fusiles 
Corren por las picadas, Sudamérica 
Crece en su selva hacia la aurora, 
De tanto arroz bañado en sangre 
Nacerá otra manera de ser hombre. 
No cito más que apenas estas cosas, 
saco de sus casillas a unos cuantos 
que todavía creen en la poesía 
encasillada en su vocabulario 
lleno de compromisos con lo abstracto. 
(La suma de los ángulos de un triángulo). 
((Los caballos no ladran)). 
(((Dice el doctor, y dice bien))).

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