domingo, 28 de octubre de 2007

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La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.




viernes, 19 de octubre de 2007

Alfonsina Storni






Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.


Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.


Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases


para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...









martes, 9 de octubre de 2007

Jorge Luis Borges





No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.



No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino


como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña



de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes.
Ni siquieraen el negro crepúsculo la fiera.





viernes, 5 de octubre de 2007

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y llevas el caño a tu sien, apretando bien las muelas



y cierras los ojos y ves todo el mar en primavera



bang, bang, bang,


hojas muertas que caen


siempre igual


los que no pueden más, se van.




miércoles, 3 de octubre de 2007

Mario Benedetti

Vámonos,
derrotando afrentas
ERNESTO CHE GUEVARA
Así estamos
consternados
rabiosos
aunque esta muerte sea
uno de los absurdos previsibles

da vergüenza mirar
los cuadros
los sillones
las alfombras
sacar una botella del refrigerador
teclear las tres letras mundiales de tu nombre
en la rígida máquina
que nunca
nunca estuvo
con la cinta tan pálida

vergüenza tener frío
y arrimarse a la estufa como siempre
tener hambre y comer
esa cosa tan simple
abrir el tocadiscos y escuchar en silencio
sobre todo si es un cuarteto de Mozart

da vergüenza el confort
y el asma da vergüenza
cuando tú comandante estás cayendo
ametrallado
fabuloso
nítido

eres nuestra conciencia acribillada

dicen que te quemaron con qué fuego
van a quemar las buenas buenas nuevas
la irascible ternura
que trajiste y llevaste
con tu tos
con tu barro

dicen que incineraron
toda tu vocación
menos un dedo

basta para mostrarnos el camino
para acusar al monstruo y sus tizones
para apretar de nuevo los gatillos

así estamos
consternados
rabiosos
claro que con el tiempo la plomiza
consternación
se nos ira pasando
la rabia quedará
se hará más limpia

estás muerto
estás vivo
estás cayendo
estás nube
estás lluvia
estás estrella
donde estés
si es que estás
si estás llegando

aprovecha por fin
a respirar tranquilo
a llenarte de cielo los pulmones

donde estés si es que estás
si estás llegando
será una pena que no exista Dios

pero habrá otros
claro que habrá otros
dignos de recibirte
comandante.

martes, 2 de octubre de 2007

Paul Éluard


EL ESPEJO DE UN MOMENTO

Disipa el día,
Muestra a los hombres las imágenes desligadas de la apariencia,
Quita a los hombres la posibilidad de distraerse,
Es duro como la piedra,

La piedra informe,
La piedra del movimiento y de la vista,
Y tiene tal resplandor que todas las armaduras y todas las máscaras quedan falseadas.
Lo que la mano ha tomado ni siquiera se digna tomar la forma
Lo que ha sido comprendido ya no existe,
El pájaro se ha confundido con el viento,
El cielo con su verdad,
El hombre con su realidad.




Juan Carlos Onetti


Balada del ausente


Entonces no me des un motivo por favor
No le des conciencia a la nostalgia,
La desesperación y el juego.
Pensarte y no verte
Sufrir en ti y no alzar mi grito
Rumiar a solas, gracias a ti, por mi culpa,
En lo único que puede ser
Enteramente pensado
Llamar sin voz porque Dios dispuso
Que si Él tiene compromisos
Si Dios mismo le impide contestar
Con dos dedos el saludo
Cotidiano, nocturno, inevitable
Es necesario aceptar la soledad,
Confortarse hermanado
Con el olor a perro, en esos días húmedos del sur,
En cualquier regreso
En cualquier hora cambiable del crepúsculo
Tu silencio
Y el paso indiferente de Dios que no ve ni saluda
Que no responde al sombrero enlutado
Golpeando las rodillas
Que teme a Dios y se preocupa
Por lo que opine, condene, rezongue, imponga.
No me des conciencia, grito, necesidad ni orden.
Estoy desnudo y lejos, lo que me dejaron
Giro hacia el mundo y su secreto de musgo,
Hacia la claridad dolorosa del mundo,
Desnudo, sólo, desarmado
bamboleo mi cuerpo enmagrecido
Tropiezo y avanzo
Me acerco tal vez a una frontera
A un odio inútil, a su creciente miseria
Y tampoco es consuelo
Esa dulce ilusión de paz y de combate
Porque la lejanía
No es ya, se disuelve en la espera
Graciosa, incomprensible, de ayudarme
A vivir y esperar.
Ningún otro país y para siempre.
Mi pie izquierdo en la barra de bronce
Fundido con ella.
El mozo que comprende, ayuda a esperar, cree lo que ignora.
Se aceptan todas las apuestas:
Eternidad, infierno, aventura, estupidez
Pero soy mayor
Ya ni siquiera creo,
En romper espejos
En la noche
Y lamerme la sangre de los dedos
Como si la hubiera traído desde allí
Como si la salobre mentira se espesara
Como si la sangre, pequeño dolor filoso,
Me aproximara a lo que resta vivo, blando y ágil.
Muerto por la distancia y el tiempo
Y yo la, lo pierdo, doy mi vida,
A cambio de vejeces y ambiciones ajenas
Cada día más antiguas, suciamente deseosas y extrañas.
Volver y no lo haré, dejar y no puedo.
Apoyar el zapato en el barrote de bronce
Y esperar sin prisa su vejez, su ajenidad, su diminuto no ser.
La paz y después, dichosamente, en seguida, nada.
Ahí estaré.
El tiempo no tocará mi pelo, no inventará arrugas, no me inflará las mejillas
Ahí estaré esperando una cita imposible, un
encuentro que no se cumplirá.




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Para leer en forma interrogativa


Has visto
verdaderamente has visto
la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa
Has tocado
de verdad has tocado
el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amás
Has vivido
como un golpe en la frente
el instante el jadeo la caída la fuga
Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazón
había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.





viernes, 28 de septiembre de 2007

Martín Ezequiel Calabrese




Ío (ío o popoí)



En medio de un infierno,
rodeado de metales candentes,
ahogado por aguas que braman férvidas,
ungido por un ácido que corroe la piel,
congelándome desde el hígado,
enterrando las manos en cenizas de vidrios rotos,
con mi cuerpo suspendido desde el cuello,
con los ojos fijos en el sol,
y con la lengua escupiendo polvo,
busco tan solo, en un pálpito
postrero de lucidez, hallarte salvadora
entre estas miserias, para que el constructo
de tu ser sea un lecho,
sea un respiro,
y para que en medio
de la devastación en la que me he sumido
pueda resurgir, como un escarabajo de entre el estiércol,
y verte así, y que acaso me veas,
sumisa, por lastima, y que por respeto
calles tu risa, y sabiéndome miserable
puedas olvidar mi miseria,
la indigencia que arrastre en tu mundo,
tu cosmos que he perdido y que ahora se pasea,
por vos conducido, tan pulcro y tan perfecto
entre las calles rastreras
de este antro mío, tan inmundo:
un reducto, ¡oh, tan efimero!,
como tu constructo.



("ío ío o popoí" es una expresion griega para significar el dolor, lamento)

martes, 25 de septiembre de 2007

J.L.B.


El amenazado


Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el
áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena
amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de
mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por
las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz,
la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

martes, 11 de septiembre de 2007

Dylan Thomas




La fuerza que por el verde tallo impulsa a la flor
impulsa mis verdes años; la que marchita la raíz del árbol
es la que me destruye.
Y yo estoy mudo para decirle a la encorvada rosa
que la misma fiebre invernal dobla mi juventud.

La fuerza que impulsa el agua entre las rocas
impulsa mi roja sangre; la que seca los arroyos parlantes
vuelve cera los míos.
Y yo estoy mudo para contarle a mis venas
cómo la misma boca bebe del manantial de la montaña.

La mano que arremolina el agua del estanque
remueve las arenas; la que amarra las ráfagas del viento
iza mi vela de sudario.
Y yo estoy mudo para decirle al ahorcado
que el barro del verdugo está hecho de mi arcilla.

Los labios del tiempo sorben del manantial;
el amor gotea y se acumula, mas la sangre vertida
calmará sus pesares.
Y yo estoy mudo para decirle al viento en la intemperie
cómo ha trazado el tiempo un cielo entre los astros.

Y yo estoy mudo para decirle a la tumba de la amada
que en mi sábana avanza encorvado el mismo gusano.


José Lezama Lima







El gato absorto y lentísimo
comenzó de nuevo a esconder la noche.




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Hay una cosa que se llama tiempo, Rocamadour, es como un bicho que anda y anda







Julio Cortázar




de verdad, hay que abrir de par en par las ventanas y tirar todo a la calle, pero sobre todo hay que tirar también la ventana, y nosotros con ella.


Es la muerte, o salir volando.


Hay que hacerlo, de alguna manera hay que hacerlo. Tener el valor de entrar en mitad de las fiestas y poner sobre la cabeza de la relampagueante dueña de casa un hermoso sapo verde, regalo de la noche, y asistir sin horror la venganza de los lacayos.



domingo, 9 de septiembre de 2007

J.L.





A dream you dream alone is only a dream. A dream you dream together is reality.






domingo, 2 de septiembre de 2007

Franz Kafka


Como un camino de otoño: no se alcanza a barrerlo, que ya está de nuevo todo cubierto de hojas marchitas.






Una jaula fue en busca de un pájaro.









Con vigor, la mano sostiene la piedra. Pero la sostiene con tanto vigor sólo para poder arrojarla más lejos. Pero el camino conduce aún a esa lejanía.









Una leve y pesada como cuchilla de guillotina.






Dos posibilidades: hacerse infinitamente pequeño o serlo.










¿Hay algo que puedas conocerque no sea ilusión?

lunes, 20 de agosto de 2007

Juan Carlos Onetti


...porque yo había repetido, exactamente tantas veces como me era posible en el curso de un día: "no importa, no llores".

Roberto Arlt


Ésta noche es ésta noche y afuera sopla el gran viento y nosotros no tenemos frío ni pena.

André Breton


Nosotros consideramos incluso posible dar fin al tiempo, esa farsa siniestra, ese tren que se sale constantemente de sus raíles, esa loca pulsación, este inextrincable nudo de bestias reventantes y reventadas.

viernes, 17 de agosto de 2007

J.P.


PARA HACER EL RETRATO DE UN PÁJARO

Pintar primero la jaula
con la puerta abierta
pintar después
algo gracioso
algo simple
algo hermoso
algo útil
para el pájaro
apoyar después la tela contra un árbol
en un jardín
en un montecillo
o en un bosque
esconderse tras el árbol
sin decir palabra
sin moverse…
A veces el pájaro aparece al instante
pero a veces puede tardar años
antes de decidirse
No desalentarse
esperar
esperar si es necesario durante años
la prontitud o la demora en la llegada del pájaro
no guarda relación
con la calidad del cuadro
Cuando el pájaro aparece
si aparece
observar el más profundo silencio
aguardar a que el pájaro entre en la jaula
y una vez que haya entrado
cerrar suavemente la puerta con el pincel
después
borrar de uno en uno todos los barrotes
con cuidado de no rozar siquiera las plumas del pájaro
Reproducir después el árbol
cuya más bella rama se reservará
para el pájaro
pintar también el verde follaje y la frescura del viento
el polvillo del sol
y el zumbido de los bichos de la hierbas en el calor
del verano

y después esperar que el pájaro se decida a cantar
Si el pájaro no canta
mala señal
señal de que el cuadro es malo
pero si canta es buena señal
señal de que podéis firmar
Entonces arrancadle suavemente
una pluma al pájaro
y poned vuestro nombre en un ángulo del cuadro.