Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.
La noche de los dos se dispersó con la niebla.
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.
La noche tiene la forma de un grito de lobo.
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. Hay alguien aquí que tiembla.
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