miércoles, 24 de diciembre de 2008

R.J.





Detener la palabra
un segundo antes del labio,
un segundo antes de la voracidad compartida,
un segundo antes del corazón del otro,
para que haya por lo menos un pájaro
que puede prescindir de todo nido.

El destino es de aire.
Las brújulas señalan uno solo de sus hilos,
pero la ausencia necesita otros
para que las cosas sean
su destino de aire.

La palabra es el único pájaro
que puede ser igual a su ausencia.

martes, 23 de diciembre de 2008

P.E.




Adiós tristeza.
Buenos días tristeza.
Estás inscrita en las líneas del techo.
Estás inscrita en los ojos que amo.
Tú no eres exactamente la miseria, pues los más pobres labios te denuncian
por una sonrisa.
Buenos días tristeza.
Amor de los cuerpos amables,
potencia del amor ,cuya amabilidad surge
como un monstruo incorpóreo.
Cabeza sin punta,
tristeza bello rostro.



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Hombre que te miras en las aguas para ver quién sos
mirame si quieres verte.

lunes, 15 de diciembre de 2008

J.C.


Talita se corrió un poco en la cama y se apoyó contra Traveler. Sabía que estaba otra vez de su lado, que no se había ahogado, que él la estaba sosteniendo a flor de agua y que en el fondo era una lástima, una maravillosa lástima. Los dos lo sintieron en el mismo instante, y resbalaron el uno hacia el otro como para caer en ellos mismos, en la tierra común donde las palabras y las caricias y las bocas los envolvían como la circunferencia al círculo, esas metáforas tranquilizadoras, esa vieja tristeza satisfecha de volver a ser el de siempre, de continuar, de mantenerse a flote contra viento y marea, contra el llamado y la caída.


jueves, 4 de diciembre de 2008

P.C.

Habla también tú
sé el último en hablar,
di tu decir.

Habla-
Pero no separes el No del Sí.
Y da a tu decir sentido:
dale sombra.

Dale sombra bastante,
dale tanta
cuanta en torno de ti tú sabes extendida entre
medianoche y mediodía y medianoche.

Mira en torno:
ve cómo alrededor todo se hace viviente
¡En la muerte! ¡Viviente!
Dice la verdad quien dice sombra.

Pero se estrecha ahora el lugar donde estás:
¿Adónde ahora, despojado de sombra, adónde?
Asciende. Tanteante, asciende.
Te haces más sutil, más irreconocible, más fino.

Más fino: un hilo
por el que quiere descender la estrella
para abajo nadar, al fondo,
donde se ve brillar: sobre móviles dunas
de palabras errantes.



martes, 2 de diciembre de 2008

A.P.
























FRONTERAS INÚTILES


un lugar
no digo un espacio
hablo de qué
hablo de lo que no es
hablo de lo que conozco
no el tiempo
sólo todos los instantes
no el amor
no

no
un lugar de ausencia
un hilo de miserable unión.

J.G





LÍMITES







¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?
Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.
Sangran.

sábado, 29 de noviembre de 2008

H.

Lo que no es, no es.

domingo, 16 de noviembre de 2008

P.V.






Y yo seré el premio de este enigma. Me daré a conocer a aquellos que acierten en la charada universo y que desprecien lo suficiente estos órganos y estos medios que yo he inventado para sacar conclusiones contra su evidencia y contra su claro pensamiento.





S.B.


Vienen
otras y las mismas
con cada una es diferente y lo mismo
con cada una la ausencia de amor es diferente
con cada una la ausencia de amor es la misma





S.B.





Una voz alcanza a alguien en la oscuridad. Imaginar.

Una voz alcanza a alguien de espaldas en la oscuridad. La espalda para no nombrarlo sino a él el ya mencionado y la manera en que cambia la oscuridad cuando él abre los ojos y también cuando los cierra. Sólo puede verificarse una mínima parte de lo que se dice. Como por ejemplo cuando él escucha, Tú estás de espaldas en la oscuridad. En éste caso él no puede sino admitir lo que se dice. Pero de lejos la mayor parte de lo que se dice no puede verificarse. Como por ejemplo cuando escucha, Tú naciste tal y tal día. A veces sucede que las dos se combinan como por ejemplo, Tú naciste tal y tal día y ahora estás de espaldas en la oscuridad. Truco que tal vez intenta hacer repercutir sobre la irrefutabilidad de la otra. Esa es entonces la proposición. A alguien de espaldas en la oscuridad una voz desmenuza un pasado. Cuestión también por momentos de un presente y rara vez de un futuro. Como por ejemplo, Tú acabarás tal como eres. En otra oscuridad o en la misma otra. Imaginando todo para acompañarse. Silencio de inmediato.

El empleo de la segunda persona es obra de la voz. El de la tercera la del otro. Si él pudiera hablar a quien y de quien habla la voz habría una tercera. Pero él no puede. Él no lo hará. Tú no puedes. Tú no lo harás.

Aparte de la voz y del débil rumor de su respiración ningún ruido. Por lo menos que él pueda escuchar. El débil rumor de su respiración se lo dice.

Aunque ahora menos que nunca interesado en las preguntas él no puede a veces sino preguntarse si es a él y de él que habla la voz. ¿No habría sorprendido una comunicación destinada a otro? Si está sólo de espaldas en la oscuridad ¿por qué la voz no lo dice? ¿Por qué no dice nunca por ejemplo, Tú naciste tal y tal día y ahora estás sólo de espaldas en la oscuridad? ¿Por qué? Tal vez con el único fin de provocar en su interior ese vago sentimiento de incertidumbre y malestar.

Tu ánimo siempre poco activo lo es ahora más que nunca. Ese es el tipo de afirmación que él admite de buen grado. Tú naciste tal y tal día y tu ánimo siempre poco activo lo es ahora menos que nunca. Es necesaria sin embargo como ayuda para la compañía una cierta actividad de espíritu por débil que sea. Es por lo que la voz no dice, Tú estás de espaldas en la oscuridad y tu espíritu no tiene ninguna actividad de ninguna clase. La voz por sí sola acompaña pero insuficientemente. Su efecto sobre el auditor es un complemento necesario. No fuera sino bajo la forma del vago sentimiento de incertidumbre y malestar antes mencionado. Pero incluso puesta aparte la cuestión de la compañía es evidente que un efecto así se impone. Porque si él sólo debiera escuchar la voz y ésta no tuviera más efecto sobre él que una palabra en bantú o en erso ¿no haría mejor en callarse? A menos que ella se proponga en tanto que ruido en estado puro torturar a un ansioso de silencio. O evidentemente como antes se había conjeturado que ella no estuviera destinada a otro.


(...)






J.L.B.




Al triste


Ahí está lo que fue: la terca espada
del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
el oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Una sola mujer es tu cuidado,
igual a las demás, pero que es ella.

sábado, 8 de noviembre de 2008

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Yo era el rey de este lugar.


domingo, 2 de noviembre de 2008

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No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.
No esperes.

No esperes.

No esperes.

No esperes.


Nada existe.



sábado, 1 de noviembre de 2008

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El verdadero amor se ahogó en la sopa.

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Se ríe el niño dormido.
Quizás se sienta gorrión esta vez.

lunes, 27 de octubre de 2008

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¿ Esta es la vida real ?















viernes, 24 de octubre de 2008

J.K.





Oda a un ruiseñor



Me duele el corazón y un pesado letargo
aflige a mis sentidos, tal si hubiera bebido
cicuta o apurado un opiato hace sólo
un instante y me hubiera sumido en el Leteo
(…)


¡Oh, si un trago de vino largo tiempo enfriado
en las profundas cuevas de la tierra
que supiera a Flora y a la verde campiña,
(..) si pudiera beber
y abandonar el mundo inadvertido
y junto a ti perderme por el oscuro bosque!

Perderme a lo lejos, deshacerme, olvidar
que entre las hojas tú nunca has conocido
la inquietud, el cansancio y la fiebre
aquí, donde los hombres tan sólo se lamentan
y tiemblan de parálisis postreras, tristes canas,
donde crecen los jóvenes como espectros y mueren,
donde aun el pensamiento se llena de tristeza
y de desesperanzas, donde ni la Belleza
puede salvaguardar sus luminosos ojos
por los que el nuevo amor perece sin mañana.

¡Lejos! ¡Muy lejos! He de volar hacia ti.
No me conducirán leopardos de Baco
sino unas invisibles y poéticas alas;
aunque torpe y confusa se retrase mi mente:
¡ya estoy contigo! Suave es la noche
y tal vez en su trono aparezca la luna
circundada de mágicas estrellas.
Pero aquí no hay luz, salvo la que acompaña
desde el cielo el soplo de la brisa cruzando
el oscuro verdor y veredas de musgo.

(..)
A oscuras escucho. Y en más de una ocasión
he amado el alivio que depara la muerte
invocándola con ternura en versos meditados
para que disipara en el aire mi aliento.
Ahora más que nunca morir parece dulce,
dejar de existir sin pena a medianoche
¡mientras se te derrama afuera el alma
en semejante éxtasis! (..)

¡Adiós! Tu lastimero himno se desvanece
al pasar por los prados vecinos, el tranquilo
arroyo y la colina; ahora es enterrado
en los calveros del cercano valle.
¿He soñado despierto o ha sido una visión?
Ha volado la música. ¿Estoy despierto o duermo?




J.M.



Mi vuelo sólo puede llevarme al Infierno; soy el Infierno.





miércoles, 22 de octubre de 2008

P.N.









En la noche del corazón
la gota de tu nombre lento
en silencio circula y cae
y rompe y desarrolla su agua.

Algo quiere su leve daño
y su estima infinita y corta,
como el paso de un ser perdido
de pronto oído.

De pronto, de pronto escuchado
y repartido en el corazón
con triste insistencia y aumento
como un sueño frío de otoño.

La espesa rueda de la tierra
su llanta húmeda de olvido
hace rodar, cortando el tiempo
en mitades inaccesibles.

Sus copas duras cubren tu alma
derramada en la tierra fría
con sus pobres chispas azules
volando en la voz de la lluvia.