lunes, 20 de agosto de 2007

Juan Carlos Onetti


...porque yo había repetido, exactamente tantas veces como me era posible en el curso de un día: "no importa, no llores".

Roberto Arlt


Ésta noche es ésta noche y afuera sopla el gran viento y nosotros no tenemos frío ni pena.

André Breton


Nosotros consideramos incluso posible dar fin al tiempo, esa farsa siniestra, ese tren que se sale constantemente de sus raíles, esa loca pulsación, este inextrincable nudo de bestias reventantes y reventadas.

viernes, 17 de agosto de 2007

J.P.


PARA HACER EL RETRATO DE UN PÁJARO

Pintar primero la jaula
con la puerta abierta
pintar después
algo gracioso
algo simple
algo hermoso
algo útil
para el pájaro
apoyar después la tela contra un árbol
en un jardín
en un montecillo
o en un bosque
esconderse tras el árbol
sin decir palabra
sin moverse…
A veces el pájaro aparece al instante
pero a veces puede tardar años
antes de decidirse
No desalentarse
esperar
esperar si es necesario durante años
la prontitud o la demora en la llegada del pájaro
no guarda relación
con la calidad del cuadro
Cuando el pájaro aparece
si aparece
observar el más profundo silencio
aguardar a que el pájaro entre en la jaula
y una vez que haya entrado
cerrar suavemente la puerta con el pincel
después
borrar de uno en uno todos los barrotes
con cuidado de no rozar siquiera las plumas del pájaro
Reproducir después el árbol
cuya más bella rama se reservará
para el pájaro
pintar también el verde follaje y la frescura del viento
el polvillo del sol
y el zumbido de los bichos de la hierbas en el calor
del verano

y después esperar que el pájaro se decida a cantar
Si el pájaro no canta
mala señal
señal de que el cuadro es malo
pero si canta es buena señal
señal de que podéis firmar
Entonces arrancadle suavemente
una pluma al pájaro
y poned vuestro nombre en un ángulo del cuadro.

miércoles, 15 de agosto de 2007

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Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.


Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!

Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.

miércoles, 4 de julio de 2007

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GENTE GERMINANDO ESPERANDO EL SOL

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¿De qué cielo caído,
oh insólito,
inmóvil solitario en la ola del tiempo?
Eres la duración,
el tiempo que madura
en un instante enorme, diáfano:
flecha en el aire,
blanco embelesado
y espacio sin memoria ya de flecha.
Día hecho de tiempo y de vacío:
me deshabitas, borras
mi nombre y lo que soy,
llenándome de ti: luz, nada.

Y floto, ya sin mí, pura existencia.


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No sé si me olvidarás,
ni si es amor este miedo;
yo sólo sé que te vas,
yo sólo sé que me quedo.

domingo, 1 de julio de 2007

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Parecía absurdo, sí, y seguramente lo era, pero él se había pasado la vida sintiendo (cómo escribirlo, sin embargo, cómo no adivinar tu gesto de fastidio ante la inminencia de las grandes palabras, cómo ignorar los efectos que produce en el ritmo de tu respiración, en los músculos de tus párpados y de tu boca, mi arrebatador estilo), sintiendo que tenía una deuda con todos los hombres. Especie de locura mesiánica o consecuencia de haber leído de muy chico a Dostoievski y haberse tomado en serio aquello de que todos somos responsables de todo ante todos. O la conciencia de haber llegado a los treinta y tres años sin cumplir una sola de las fastuosas promesas que había hecho, y se había hecho, en la adolescencia.

jueves, 28 de junio de 2007

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Ahora es preciso que sacudas tu pereza -me dijo el Maestro- que no se alcanza la fama reclinando en blanda pluma, ni el abrigo de colchas; y el que sin gloria consume su vida, deja en pos de sí el mismo vestigio que el humo en el aire o la espuma en el agua.
Pues levántate: domina la fatiga con el alma, que vence todos los obstáculos mientras no se envilece con la pesadez del cuerpo. Tenemos que subir todavía una escala mucho más larga, pues no basta haber atravesado por entre los espíritus infernales.


La divina comedia.

martes, 26 de junio de 2007

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Recoga en su mente los sonidos que ha oído durante la semana.
Una tarde repítalos en su mente en órdenes distintos.

sábado, 23 de junio de 2007

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SOLO

Solo,
con mi esqueleto,
mi sombra,
mis arterias,
como un sapo en su cueva,
asomado al verano,
entre miles de insectos
que saltan,
retroceden,
se atropellan,
fallecen;
en una delirante actividad sin rumbo,
inútil,
arbitraria,
febril,
idéntica a la fiebre
que sufren las ciudades.
Solo,
con la ventana
abierta a las estrellas,
entre árboles y muebles que ignoran mi existencia,
sin deseos de irme,
ni ganas de quedarme
a vivir otras noches,
aquí, o en otra parte,
con el mismo esqueleto,
y las mismas arterias,
como un sapo en su cueva
circundado de insectos.



jueves, 21 de junio de 2007

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A la espera de la oscuridad


Ese instante que no se olvida

Tan vacío devuelto por las sombras

Tan vacío rechazado por los relojes

Ese pobre instante adoptado por mi ternura

Desnudo desnudo de sangre de alas

Sin ojos para recordar angustias de antaño

Sin labios para recoger el zumo de las violencias

perdidas en el canto de los helados campanarios.
Ampáralo niña ciega de alma

Ponle tus cabellos escarchados por el fuego

Abrázalo pequeña estatua de terror.

Señálale el mundo convulsionado a tus pies

A tus pies donde mueren las golondrinas

Tiritantes de pavor frente al futuro

Dile que los suspiros del mar

Humedecen las únicas palabras

Por las que vale vivir.
Pero ese instante sudoroso de nada

Acurrucado en la cueva del destino

Sin manos para decir nunca

Sin manos para regalar mariposas

A los niños muertos






René Magritte


martes, 19 de junio de 2007

Roberto Arlt

Elsa se detiene temblorosa ante Erdosain.
ELSA: Bueno, me voy, Remo... Era necesario que esto terminara así.
ERDOSAIN: Pero, ¿vos?... ¿vos?
ELSA: ¿Qué querías que hiciese?
ERDOSAIN: No sé.
ELSA: ¿Entonces? Quedate tranquilo. Te dejé la ropa limpia.
ERDOSAIN: Pero vos, Elsa... ¿vos? ¿Y nuestros proyectos?
ELSA: Ilusiones, Remo... esplendores.
ERDOSAIN: Sí, esplendores... ¿Dónde aprendiste esa palabra tan linda?
ELSA: No sé.
ERDOSAIN: ¿Y nuestra vida va a quedar siempre deshecha?
ELSA: ¿Qué querés? Fui buena, después te tomé odio... pero ¿por qué no fuiste también igual?
ERDOSAIN: ¡Ah!, sí... igual...
ELSA: Ahora es inútil... me voy. ¿Por qué no fuiste bueno? ¿Por qué no trabajaste?
ERDOSAIN: ¿Así que te vas? ¿De veras que te vas?
ELSA: Quiero ver si nuestra vida mejora. Mirá mis manos...
ERDOSAIN: Elsa... ya sabés... vení cuando quieras... podés venir... pero, decí la verdad, ¿me quisiste alguna vez?
ELSA: Siempre te quise... ahora también te quiero... Nunca... ¿por qué nunca hablaste como esta noche? Siento que te voy a querer toda la vida... que el otro al lado tuyo es la sombra de un hombre...
ERDOSAIN: Alma, mi pobre alma... qué vida la nuestra... qué vida.
ELSA: Mirá... esperame. Si la vida es como siempre me dijiste, vuelvo, ¿sabés? y, entonces, si vos querés, nos matamos juntos... ¿Estás contento?
ERDOSAIN: Alma, qué buena sos, alma... dame esa mano. (Se la besa) ¿No te enojás, alma?
ELSA: Mirá, Remo... voy a venir, ¿sabés?, y si es cierto lo que decís de la vida... sí, yo vengo... voy a venir.
ERDOSAIN: ¿Vas a venir?
ELSA: Con lo que tenga.
ERDOSAIN: ¿Aunque seas rica?
ELSA: Aunque tenga todos los millones de la Tierra, vengo. ¡Te lo juro!
ERDOSAIN: ¡Alma, pobre alma! ¡Qué alma la tuya! Sin embargo, no me conociste... No importa... ¡Ah, nuestra vida!
ELSA: No importa. Estoy contenta. ¿Te das cuenta qué sorpresa, Remo? Estás solito, de noche. Estás solo... de pronto... la puerta se abre... y soy yo... ¡yo, que volví!
ERDOSAIN: Estás con un traje de baile... zapatos blancos y tenés un collar de perlas.
ELSA: Y vine sola, a pie por las calles oscuras, buscándote... pero no me ves... la cabeza...
ERDOSAIN: Decí... hablá...
ELSA: La cabeza apoyada en la mano y el codo en la mesa... me mirás... y de pronto...
ERDOSAIN: Te reconozco y te digo: Elsa, ¿sos vos, Elsa?
ELSA: Y te contesto: Remo, vine. ¿Te acordás de esa noche? Esa noche es esta noche y afuera sopla el gran viento y nosotros no tenemos frío ni pena. ¿Estás contento, Remo?
ERDOSAIN: Sí, te juro que estoy contento.
ELSA: Bueno, me voy.
ERDOSAIN: ¿Te vas?
ELSA: Sí...
ERDOSAIN: Bueno, andate.
ELSA: Hasta pronto, mi esposo.
ERDOSAIN: ¿Qué dijiste?
ELSA: Te digo esto, Remo. Esperame. Aunque tenga todos los millones del mundo, vuelvo.
ERDOSAIN: Bueno... entonces, adiós... pero dame un beso.

ELSA: No, cuando vuelva... Adiós, mi esposo.

lunes, 18 de junio de 2007

Juan Gelman



El infierno verdadero

Entre las 5 y las 7,
cada día,
ves a un compañero caer.
No pueden cambiar lo que pasó.
El compañero cae,
y ni la mueca de dolor se le puede apagar,
ni el nombre,
o rostros,
o sueños,
con los que el compañero cortaba la tristeza
con su tijera de oro,
separaba,
a la orilla de un hombre,
o una mujer.
Le juntaba todo el sufrimiento
para sentarlo en su corazón
debajito de un árbol
El mundo llora pidiendo comida
Tanto dolor tiene en la boca
Es dolor que necesita porvenir
El compañero cambiaba al mundo
y le ponía pañales de horizonte.
Ahora, lo ves morir,
cada día. .
Pensás que así vive.
Que anda arrastrando
un pedazo de cielo
con las sombras del alba, donde,
entre las 5 y las 7,
cada día,
vuelve a caer, tapado de infinito.




domingo, 17 de junio de 2007

Julio Cortázar

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.


Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

Leon Bloy


¿Por qué estas abominables penas sin salida? ¿Por qué, sobre todo, estas decepciones infernales y el irrisorio privilegio de la Palabra a un hombre de buena voluntad que no tiene medio de hacerse oír? El mismo lamento de hace diez años y la misma sordera divina. Pero mi valor se va agotando.

James Joyce


Ella llora sobre Rahoon


Dulce cae la lluvia sobre Rahoon
dulcemente cayendo donde mi opaco amante descansa
triste es su voz que me llama
tristemente llamándome cuando gris asciende la luna.
Amor escucha aún suave
cuán triste su voz siempre me llama
siempre sin respuesta
mientras la lluvia cae
ahora como entonces.
Oscuros también nuestros corazones
oh amor descansarán y se quedarán fríos
como su triste corazón descansa
bajo las ortigas que grises hace la luna
bajo la negra tierra
y la lluvia que murmura.


viernes, 15 de junio de 2007

Charles Baudelaire


UNA CARROÑA
Recuerdas el objeto que
vimos, mi alma,
Aquella hermosa mañana de estío tan apacible;
A la vuelta de un sendero, una carroña infame
Sobre un lecho sembrado de guijarros,
Las piernas al aire, como una hembra lúbrica,
Ardiente y exudando los venenos,
Abría de una manera despreocupada y cínica
Su vientre lleno de exhalaciones.
El sol dardeaba sobre aquella podredumbre,
Como si fuera a cocerla a punto,
Y restituir centuplicado a la gran Natura,
Todo cuanto ella había juntado;
Y el cielo contemplaba la osamenta soberbia
Como una flor expandirse.
La pestilencia era tan fuerte, que sobre la hierba
Tú creíste desvanecerte.
Las moscas bordoneaban sobre ese vientre podrido,
Del que salían negros batallones
De larvas, que corrían cual un espeso líquido
A lo largo de aquellos vivientes harapos.
Todo aquello descendía, subía como una marea,
O se volcaba centelleando;
Hubiérase dicho que el cuerpo, inflado por un soplo indefinido,
Vivía multiplicándose.
Y este mundo producía una extraña música,
Como el agua corriente y el viento,
O el grano que un aechador con movimiento rítmico,
Agita y revuelve en su harnero.
Las formas se borraron y no fueron sino un sueño,
Un esbozo lento en concretarse,
Sobre la tela olvidada, y que el artista acaba
Solamente para el recuerdo.
Detrás de las rocas una perra inquieta
Nos vigilaba con mirada airada,
Espiando el momento de recuperar del esqueleto
El trozo que ella había aflojado.
—Y sin embargo, tú serás semejante a esa basura,
A esa horrible infección,
Estrella de mis ojos, sol de mi natura,
¡Tú, mi ángel y mi pasión!
¡Sí! así estarás, oh reina de las gracias,
Después de los últimos sacramentos,
Cuando vayas, bajo la hierba y las floraciones crasas,
A enmollecerte entre las osamentas.
¡Entonces, ¡oh mi belleza! Dile a la gusanera
Que te consumirán los besos,
Que yo he conservado la forma y la esencia divina
De mis amores descompuestos!